¿Qué es el desprendimiento de retina?
Cirugía por desprendimiento de retina
La cirugía por desprendimiento de retina debe realizarse lo antes posible principalmente por dos razones. La primera, porque esta enfermedad puede progresar rápidamente, quitando más visión. Y la segunda, porque mientras la retina está desprendida se va dañando cada vez más, con lo que disminuyen las chances de recuperación visual posterior luego de un tratamiento. Para más información sobre el desprendimiento de retina en sí (síntomas, causas, consecuencias), ver aquí.
La cirugía por desprendimiento de retina se debe adecuar a cada caso, ya que hay tres procedimientos quirúrgicos diferentes con ventajas y desventajas. La elección del tipo de cirugía depende de la extensión (cuánta retina se ha desprendido), la edad de la persona afectada, si hay cirugías previas y otros factores. Los tres procedimientos tienen en común que buscan llevar la retina a su posición original sobre la pared del ojo y "pegarla" en su lugar de algún modo.
1. Retinopexia neumática
Uno de los procedimientos quirúrgicos se llama retinopexia neumática y consiste en colocar una burbuja de un gas especial en el ojo y aplicar frío intenso (crioterapia) o láser desde afuera del ojo en el sector donde se rompió la retina. Este procedimiento es el menos invasivo, pero tiene limitaciones que permiten aplicarlo en unos pocos desprendimientos de retina. En mi experiencia, menos del 5% de los casos que se presentan en mi consulta pueden ser tratados con esta técnica.
2. Cerclaje escleral
El segundo procedimiento es el cerclaje escleral, que consiste en colocar una banda de silicona tensada alrededor del globo ocular para aproximar la pared del ojo a la retina desprendida, y al mismo tiempo hacer crioterapia sobre la ruptura retinal. A veces se coloca una burbuja de gas también dentro del ojo para acelerar el proceso. Esta técnica se llama también cirugía convencional de retina, y yo la uso en más o menos el 10-15% de los casos que trato. Tiene algunas ventajas en los pacientes jóvenes, y algunos desprendimientos de retina tienen mejores chances de curación con ella.
3. Vitrectomía (video explicativo)
La vitrectomía es la tercera opción, y es la más utilizada hoy en día en el mundo. Como técnica quirúrgica es la más compleja y la que ha tenido los avances más importantes en los últimos años. Consiste en hacer tres microincisiones en la parte anterior del ojo, y a través de ellas extraer el cuerpo vítreo que tironea de la retina, buscar las rupturas de la retina, drenar el líquido que se intercaló entre la retina y la pared del ojo y finalmente sellar las rupturas con láser que se aplica desde adentro del ojo (endoláser). Al final se rellena el ojo con gas o con aceite de silicona. La vitrectomía es la técnica que utilizo en el 80-85% de los casos. Se la puede aplicar también con la segunda técnica, el cerclaje, siendo en ese caso una cirugía de vitrectomía y cerclaje escleral combinados. Esta cirugía combinada o doble se utiliza en general para los desprendimientos de retina más complejos o avanzados.
Siempre que se usa gas, para cualquiera de las tres técnicas, éste permanece dentro del ojo por un tiempo de 2 a 8 semanas (según el tipo de gas y la cantidad utilizada) solamente, siendo eliminado lentamente a través de la respiración y del mismo cuerpo. En cambio, cuando se utiliza aceite de silicona, ésta tiene que ser extraída con una intervención quirúrgica adicional. Esta extracción de aceite se realiza en general a partir de los tres meses de efectuada la cirugía original.
Anestesia, procedimiento quirúrgico y evolución postoperatoria
La gran mayoría de las cirugías por desprendimiento de retina se realizan con anestesia local. La ventajas de la anestesia local son múltiples, como no correr los riesgos asociados a la anestesia general (que son bajos en sí mismos pero existen), la recuperación rápida, y la intervención en forma completamente ambulatoria (no es necesaria la internación previa ni posterior). La cirugía se realiza con una sedación variable según las necesidades y el deseo de cada paciente. En algunos casos, como en niños, es necesario realizar anestesia general.
La intervención dura entre 30 minutos y 2 horas, según el tipo de procedimiento, si se hacen dos procedimientos combinados, y la complejidad de cada caso. Durante la cirugía, muchas veces se coloca dentro del ojo un agente de tamponaje como el gas de uso intraocular o el aceite de silicona (ver más aquí).
Después de la cirugía, muchas veces se indica al paciente que se mantenga en una posición especial para mejorar las chances de éxito y disminuir las secuelas visuales (ver más aquí).
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